Los nuevos estudios de imagen, como la Tomografía Computarizada (TC) o
la Resonancia Magnética (RM), permiten obtener detalles de las partes
blandas del cuerpo que no son apreciables en los estudios radiológicos
tradicionales, pero tampoco explican o demuestran su función. Por tanto,
solo a través del estudio y la evaluación clínica de la anatomía
funcional normal, y mediante la demostración de cómo la desviación con
respecto a esta función normal resulta patológica, los profesionales
médicos pueden obtener un estudio diagnóstico certero y determinar la
terapia más apropiada".